En un mundo en constante evolución, comprender a nuestros consumidores es más que una ventaja competitiva; es una necesidad fundamental para la supervivencia y el crecimiento de cualquier marca.
El panorama actual, marcado por cambios acelerados y una «policrisis» global, ha redefinido la relación entre las personas y sus hábitos de consumo. Las emociones, más que nunca, se han convertido en el motor central de todas las decisiones de compra.
Aquí exploramos las claves del próximo «Consumidor del Futuro 2027: Emociones», en base a una investigación de la empresa WGSN; un pronóstico esencial para cualquier profesional o empresario que desee adelantarse a las tendencias y construir estrategias de marketing exitosas.

El corazón de la decisión de compra: las emociones en 2027
La conexión entre nuestras emociones y lo que compramos es innegable. El éxito de las marcas en los próximos años dependerá directamente de cómo sus futuros consumidores reaccionen a sus historias, productos y experiencias. WGSN, con su rigurosa metodología patentada, STEPIC™, y una precisión del 93% en sus pronósticos, ha identificado seis emociones clave que determinarán el comportamiento del consumidor en 2027.
A continuación, te presentamos tres de ellas que nos ofrecen una visión clara del futuro:
* Alegría Estratégica: Esta emoción surge como una respuesta directa a años de estrés, aburrimiento y desregulación emocional. En 2027, la búsqueda de la alegría será esencial para combatir la negatividad y para reimaginar el mundo de una manera más inspiradora, inclusiva y reafirmante. Se espera que las personas adopten hábitos y mentalidades positivas, prestando más atención a la «efervescencia colectiva» (sentimientos positivos compartidos en eventos masivos) y a experiencias saludables como viajar en tren, que se asocian a una mayor felicidad. Las marcas tienen la oportunidad de oro de apoyar a los consumidores en esta búsqueda de bienestar y serenidad. Para fomentar la alegría, las empresas deberán considerar cómo sus productos y procesos internos pueden mejorar la salud y la felicidad de sus clientes.
* Deseo de Evasión (Witherwill): Este concepto, acuñado por John Koenig del Dictionary of Obscure Sorrows, se refiere al anhelo de liberarse de la responsabilidad. En 2027, la población seguirá sintiéndose abrumada por la «policrisis», llevando a un agotamiento generalizado. El «deseo de evasión» se manifestará en la búsqueda de una existencia más lenta, con menos desafíos, menos listas de tareas pendientes, y conexiones más significativas. Incluso en el ámbito digital, veremos un aumento del «minimalismo ping», la eliminación deliberada de notificaciones innecesarias. Este acto, que antes se consideraba rebelde, se normalizará como una forma de autocuidado, impulsando a los consumidores a ser más curiosos y afectuosos. Para las marcas, el reto será aliviar la carga de las personas y facilitarles una vida más relajada y con menos obligaciones.
* Optimismo Suspicaz: Ante los cambios tecnológicos sin precedentes y el poder creciente de las empresas de tecnología, el optimismo se matizará con escepticismo y desconfianza en 2027. A medida que la Inteligencia Artificial (IA) revela tanto sus beneficios como sus posibles impactos negativos, y la desinformación online persiste, los consumidores se enfrentarán a una compleja relación con la tecnología, oscilando entre la fascinación y la aprehensión. Los creadores de contenido jugarán un papel crucial en la configuración de estas realidades. Las marcas deberán enfocarse en generar confianza e inspirar optimismo sobre el potencial de la tecnología para un futuro mejor.

El consumidor de 2027: un diagnóstico y el rol de la IA y el marketing
El consumidor de 2027 será una persona que busca el equilibrio en un mundo caótico. Estará cansado de la sobrecarga y buscará activamente experiencias que le brinden alegría, serenidad y una sensación de propósito. Será más empático, buscando conexiones significativas y bienestar personal. Al mismo tiempo, será pragmático y cauteloso con la tecnología, evaluando sus beneficios y riesgos con una mirada crítica.
A la luz de estas características, podemos extraer las siguientes conclusiones clave:
* Prioridad del bienestar y la conexión: El nuevo consumidor dará prioridad a su bienestar emocional y a las conexiones humanas auténticas. Las marcas que ofrezcan productos y experiencias que fomenten la alegría, la calma y la conexión significativa resonarán profundamente con este target. El marketing deberá comunicar cómo los productos contribuyen a una vida más plena y menos abrumadora.
* Transparencia y confianza tecnológica: Dada la «suspicacia optimista» hacia la tecnología, la transparencia será crucial. La Inteligencia Artificial y el marketing deberán trabajar para construir confianza, destacando cómo la tecnología puede mejorar la vida de las personas de manera ética y segura. Las estrategias de marketing que aborden las preocupaciones sobre la privacidad y la desinformación serán vitales.
* Experiencias auténticas y desaceleración: El marketing deberá alejarse de la saturación y promover experiencias que permitan la «deshabituación» y una vida más lenta y consciente. La IA puede ser una herramienta para personalizar experiencias que reduzcan la fricción y la sobrecarga, no para aumentarlas. La autenticidad en el storytelling de la marca y la creación de productos que simplifiquen la vida serán fundamentales.
En definitiva, el consumidor de 2027 es un individuo en busca de una existencia más significativa y equilibrada. La Inteligencia Artificial y el marketing no solo deben comprender estas emociones, sino también convertirse en herramientas para satisfacer estas profundas necesidades humanas, reconfigurando la relación entre las marcas y sus consumidores hacia una conexión más empática y constructiva.
Nota final: el presente texto fue elaborado con ayuda de inteligencia artificial, desde el portal web de www.wgsn.com, y su estudio más reciente sobre comportamiento del consumidor a nivel global, denominado: «El consumidor del futuro 2027».
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